Si bien en otro post hablamos de cómo identificar si tu gato está enfermo a continuación veremos las enfermedades más comunes en los gatos caseros.
Los gatos domésticos, aunque disfrutan de una vida más segura y protegida que los callejeros, no están exentos de padecer ciertas enfermedades. Algunas de estas afecciones son muy comunes entre los gatos que viven en el hogar. A continuación, se enumeran las enfermedades más típicas que afectan a los gatos caseros y sus síntomas más comunes.
- Enfermedad Renal Crónica (ERC)
La enfermedad renal crónica es una de las afecciones más comunes en los gatos, especialmente en los de edad avanzada. Los riñones, al no funcionar correctamente, pierden la capacidad de filtrar las toxinas de la sangre, lo que puede causar diversos problemas de salud. Los síntomas incluyen pérdida de peso, aumento de la sed, orina frecuente, letargo y vómitos. Aunque no tiene cura, un diagnóstico temprano y una dieta especial pueden mejorar la calidad de vida del gato y ralentizar la progresión de la enfermedad. - Enfermedad Dental
Los problemas dentales son bastante comunes en los gatos, con la gingivitis y la enfermedad periodontal siendo las más habituales. La acumulación de placa y sarro en los dientes puede causar inflamación de las encías, mal aliento, dolor al comer y, en casos graves, pérdida de dientes. Es importante realizar revisiones dentales periódicas y proporcionar una buena higiene oral para prevenir complicaciones. - Infección del Tracto Urinario (ITU) y Cistitis Idiopática Felina
Las infecciones del tracto urinario son comunes en los gatos y pueden ser causadas por bacterias o inflamaciones. En el caso de la cistitis idiopática felina, no hay una causa clara, pero el estrés y la dieta pueden influir en su aparición. Los síntomas incluyen dificultad para orinar, dolor, presencia de sangre en la orina o micciones frecuentes y en lugares inapropiados. Una dieta adecuada y la reducción del estrés son clave para prevenir estas afecciones. - Diabetes Felina
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo del gato no puede regular adecuadamente los niveles de glucosa en la sangre. Es más común en gatos con sobrepeso y de mediana edad. Los signos típicos incluyen aumento del apetito, pérdida de peso, sed excesiva y aumento de la frecuencia de la micción. El tratamiento puede incluir insulina y una dieta controlada para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables. - Parásitos Internos y Externos
Los gatos pueden verse afectados por parásitos como pulgas, garrapatas, gusanos intestinales y ácaros del oído. Estos parásitos pueden causar una variedad de problemas de salud, desde picazón e irritación de la piel hasta anemia y enfermedades digestivas. La prevención mediante el uso de antiparasitarios es fundamental para evitar estas infecciones. - Leucemia Felina (FeLV) y Virus de la Inmunodeficiencia Felina (FIV)
El FeLV y el FIV son virus que afectan el sistema inmunológico de los gatos, debilitándolo y haciéndolos más susceptibles a otras infecciones. La leucemia felina puede transmitirse a través de la saliva y el contacto cercano con otros gatos infectados, mientras que el FIV se transmite principalmente por mordeduras. Los síntomas incluyen fiebre, pérdida de peso, problemas respiratorios y fatiga. Vacunar a los gatos y evitar el contacto con felinos infectados es crucial para prevenir estas enfermedades. - Alergias
Las alergias en los gatos pueden manifestarse en la piel, el sistema digestivo o las vías respiratorias. Pueden ser causadas por alimentos, sustancias en el entorno, pulgas o incluso productos de limpieza. Los síntomas pueden incluir picazón, enrojecimiento de la piel, vómitos, diarrea o estornudos. Identificar y eliminar el alérgeno es la mejor forma de tratamiento. - Obesidad
Sin duda, la más común y la que puede originar muchas otras enfermedades. Es necesario establecer un tiempo de juego con tu gato, ya sean 10, 20 o 30 minutos. Lógicamente, esos tiempos no los marcarás tú, sino el michi. Si le apetece jugar y correr lo hará, si quiere jugar tumbado te lo hará saber y si no le apetece jugar se irá o te avisará mediante uno de sus muchas maneras: indiferencia y si persistes, zarpazo o mordisco. Los juegos pueden ser diversos: correr detrás de una cuerda, de un juguete, escondiéndose y atacando a algo…
Mantener una buena higiene, una dieta adecuada y acudir a revisiones veterinarias periódicas son medidas esenciales para la salud de los gatos. Detectar las enfermedades a tiempo puede marcar la diferencia en la calidad y la duración de la vida de un felino doméstico.
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